
No había subido con ganas de pegarle a nadie, mas bien era esquivar autitos y tratar de pegarle a mi mujer una o dos veces.
Pero apenas arranqué, esquivé una nenita, un chico y cuando me disponía a girar sentí el topetazo de un auto. Cuando miré, era un gordo, de casi treinta años. Y fue él quién despertó mi sed de venganza y competencia: Lo seguí por toda la pista durante todo el tiempo. Le metí dos topetazos que casi lo desnuco, y el golpe mas violento, el que mas se sintió en ruido según escuché después fue el tercero, a segundos de terminar el juego. Luego de recibir, el gordo, un golpe frontal muy fuerte, milésimas de segundos después lo embestí de lleno por su lado izquierdo. El resultado: Un ruido muy fuerte; una cara notoria de dolor y su inolvidable cara de Huuuuuu!!!!!!!.
No quería pegarle a nadie, pero soy muy competitivo y vengativo, una mezcla que pega peor que el Gin tonic con el estómago vacío.
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