Después de mirar un rato los juegos, decidimos que había 4 que valía la pena probar:
 Twister: Nunca sentí tanto miedo en mi vida. El aparato comenzó a girar a una gran velocidad que nos pusimos en posición vertical, y cuando se inclinó sentí que me moría. No se si habrá durado tres minutos, pero me parecieron tres horas. Intentaba disimular mi cara de espanto para no pasar vergüenza, y a la vez ocultaba mi llanto con una entupida risa que no llegaba a carcajada.
Twister: Nunca sentí tanto miedo en mi vida. El aparato comenzó a girar a una gran velocidad que nos pusimos en posición vertical, y cuando se inclinó sentí que me moría. No se si habrá durado tres minutos, pero me parecieron tres horas. Intentaba disimular mi cara de espanto para no pasar vergüenza, y a la vez ocultaba mi llanto con una entupida risa que no llegaba a carcajada.Cuando bajé quedé varios minutos mirando el suelo, recuperándome del mareo.
 El Martillo: De lejos se veía mas arriesgado que el Twister, por lo que después de pasar por ese juego dudé en subirme.
El Martillo: De lejos se veía mas arriesgado que el Twister, por lo que después de pasar por ese juego dudé en subirme.Nos acomodamos y comenzó a oscilar de lado a lado cada vez con mas intensidad. Cuando quedaba de espaldas, no me impresionaba mucho, pero cuando quedaba mirando el piso, y me despegaba del asiento tirando todo el paso de mi cuerpo en las barras de seguridad, era bastante impresionante. Cuando pasamos ese nivel, y comenzamos que quedar casi al revés comencé a sentir presión en la cabeza y comencé a gritar. Cuando dimos la vuelta casi me desmayo cuando se me subió a la garganta la sidra con la que habíamos brindado antes de salir de casa.
 Samba o Mambo: Parecía el más aburrido de los cuatro, pero la verdad que me sorprendió. Cuando comenzamos a girar y a movernos no había mucha diferencia a lo que se siente en el colectivo, pero después se puso movidito. Mi peso ayudó a que en pocos segundos me despatarrara aplastando a un pibe de 10 años que tenía al lado, y los fuertes golpes que me daba en la espalda contra el respaldo no hicieron que me arrepintiera de subir pero si desear que se termine cuanto antes.
Samba o Mambo: Parecía el más aburrido de los cuatro, pero la verdad que me sorprendió. Cuando comenzamos a girar y a movernos no había mucha diferencia a lo que se siente en el colectivo, pero después se puso movidito. Mi peso ayudó a que en pocos segundos me despatarrara aplastando a un pibe de 10 años que tenía al lado, y los fuertes golpes que me daba en la espalda contra el respaldo no hicieron que me arrepintiera de subir pero si desear que se termine cuanto antes. Los Autitos chocadores: El más bueno de todos. Son pocos minutos pero son muy divertidos. Los golpes son tolerables, y solo tuve que lamentar que en un choque contra mi mujer el cinturón de seguridad se deslizó a gran velocidad por mi cuello, dejándome una marca roja que aún perdura. (Este juego tiene un Post Aparte).
Los Autitos chocadores: El más bueno de todos. Son pocos minutos pero son muy divertidos. Los golpes son tolerables, y solo tuve que lamentar que en un choque contra mi mujer el cinturón de seguridad se deslizó a gran velocidad por mi cuello, dejándome una marca roja que aún perdura. (Este juego tiene un Post Aparte).La verdad que me divertí mucho. Tenía un mal concepto del Parque de Diversiones y del Parque Sarmiento, pero realmente pasé una tarde muy agradable y me quedé con ganas de revancha en algunos juegos, menos en el Twister, donde dudo mucho que alguna vez suba o deja subir a alguien que quiera mucho.
 
 
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