
Lo malo de la presión en el trabajo es que a pesar de estar cansado, te acostumbras y llegas a no poder vivir sin ella. Y te auto presionas, y te exigís mas de lo que podes dar, y cuando llegas a tu casa tardas tanto en bajar el ritmo que cuando crees que te falta poco para llegar a la “normalidad” ya tenes que volver al trabajo.
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