
El destino me puso obligadamente frente a la tabla de planchar, la plancha bien caliente y mi camisa del lunes y el pantalón de vestir de tropical mecánico negro.
Encaré la camisa por el cuello y los puños, después la abotoné y la plancha como si fuera una remera. Le daba de atrás, y se me arrugaba de adelante. Le daba por el frente y me quedaba una raya en la espalda, y así hasta que me cansé.
Después con el pantalón, que pensé que era mas fácil me decepcioné. Me quedaron 6 rayas por pierna, entre la costura y las líneas normales que lleva el pantalón, mas 2 adicionales paralelas a las normales pero no tan paralelas como para no juntarse en algún punto. Horrible.
Por suerte pasó desapercibido porque mis compañeros de trabajo directamente no las planchan. Cambio ropa descartable por plancha con poco uso.
2 comentarios:
Consultá con las amigas mujeres que tengas y seguramente el planchado es una de las actividades que mas detestan. Posiblemente tu novia pase a engrosar esas filas cuando cambie de categoría.
difiero de tapi, el planchado es una de las actividades más pasables
que tiene el quehacer domestico. Pues no tenés que mancharte las manos, ni mojartelas, ni cansarte fisicamente. Es solo rotar las costuras y doblar: ese es el secreto.
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