domingo, 22 de julio de 2007

QUE NO ME AGARRE CRUZADO




Ya hace bastante que lo tengo en la mira al tipo este que vende silbatitos que parece el sonido de un gato apaleado. Me imagino lo torturante que debe ser trabajar en las proximidades de este vendedor ambulante, que para sumarle, ahora con el mismo chiflecito hace el sonido del cacareo de una gallina.
En plena jungla urbana, con un problema grande encima, espero que no se me ponga en mi camino.

2 comentarios:

Marbot dijo...

Confieso haber pagado 2 (dos) pesos en una ocasión por uno de esos silbatitos para proceder a su inmediato desarmado y así conocer su posología. En síntesis, eran dos trocitos de caña con un plastiquito al medio y unidos por una cinta de papel. Vida útil del adminículo: hasta que la saliva lo destroce. Complejidad de armado: 7.5. Al final no lo armé ni mierda después, debe haber quedado tirado atrás de un mueble.

Anónimo dijo...

TU PEGA A UN POBRE INDEFENSO SUBNORMAL¡¡¡¡ Y TE PARTO EL ALMA CABRON