
Luego de dejar al albañil en la casa y de pagar todas las deudas en los corralones y casas para la construcción pasamos por la costanera y justo debajo del faro el auto se encajó en la arena. Mi abuelo se amargo mucho, entonces yo me di cuenta y le dije que no se pusiera mal, que yo iba a ver si lo podía mover, pero mi esfuerzo fue en vano.
Entonces le dije que a 200 metros había visto un Jeep con unos chicos, que los iba a ir a buscar para que nos sacaran, pero mi abuelo se bajó del auto y cuando yo pasaba por delante de él, se desvaneció en mis brazos.
No sabía que hacer. Yo era un pibe de 4to año de la secundaria y no tenía idea de que le estaba pasando. Los detalles, al margen. Pasó gente, llamaron a la ambulancia que llegó muy tarde, pero minutos antes de que llegara mi abuelo recobró la razón por 10 segundos y me preguntó que le había pasado. Yo aliviado le dije que se había desmallado y que la gente que estaba alrededor eran mis amigos, para no ponerlo nervioso. Eso alimentó mis esperanzas, las que destruyó el médico cuando segundos después de verlo, me dijo textualmente: “Este tipo esta muerto, vos quien sos?.
Era la primera vez que sufría la muerte de un ser querido, y por entonces tengo que reconocer que era el ser mas querido.
El tiempo fue pasando y no hay día que no me acuerde de él. Que no mencione alguna de las frases que me quedaron grabadas en la mente.
10 años es mucho tiempo, pero no me he olvidado su cara, su voz y sus expresiones; y se que van a pasar 10 años mas, y 10 años mas, y 30 años mas y lo voy a seguir recordando, no solo en la mente y en el corazón, sino cada vez que me vea en un espejo.
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