 No es por nada en especial. Pero el otro día me acordaba de las personas que se te acercan demasiado al hablarte, y rememoré cuanto me molestan esas cosas. El tipo te viene a contar algo, y se te acarca, al principio te sentís un poco invadido, pero después te comenzas a alejar, y por miedo a no ofender a tu interlocutor, lo haces lentamente, pero esta clase de personas no te pueden decir nada si no estan a escasos centímetros de tu cara, y se acercan nuevamente, entonces, tu cuerpo comienza a alejarse nuevamente pero con los pies fijos al suelo, llegando a formar un ángulo de 45º entre tu espalda y el suelo. Mientras todo lo que te está diciendo, queda en segundo plano.
No es por nada en especial. Pero el otro día me acordaba de las personas que se te acercan demasiado al hablarte, y rememoré cuanto me molestan esas cosas. El tipo te viene a contar algo, y se te acarca, al principio te sentís un poco invadido, pero después te comenzas a alejar, y por miedo a no ofender a tu interlocutor, lo haces lentamente, pero esta clase de personas no te pueden decir nada si no estan a escasos centímetros de tu cara, y se acercan nuevamente, entonces, tu cuerpo comienza a alejarse nuevamente pero con los pies fijos al suelo, llegando a formar un ángulo de 45º entre tu espalda y el suelo. Mientras todo lo que te está diciendo, queda en segundo plano.
lunes, 17 de septiembre de 2007
DIALOGO INCOMODO Y GEOMETRIA
 No es por nada en especial. Pero el otro día me acordaba de las personas que se te acercan demasiado al hablarte, y rememoré cuanto me molestan esas cosas. El tipo te viene a contar algo, y se te acarca, al principio te sentís un poco invadido, pero después te comenzas a alejar, y por miedo a no ofender a tu interlocutor, lo haces lentamente, pero esta clase de personas no te pueden decir nada si no estan a escasos centímetros de tu cara, y se acercan nuevamente, entonces, tu cuerpo comienza a alejarse nuevamente pero con los pies fijos al suelo, llegando a formar un ángulo de 45º entre tu espalda y el suelo. Mientras todo lo que te está diciendo, queda en segundo plano.
No es por nada en especial. Pero el otro día me acordaba de las personas que se te acercan demasiado al hablarte, y rememoré cuanto me molestan esas cosas. El tipo te viene a contar algo, y se te acarca, al principio te sentís un poco invadido, pero después te comenzas a alejar, y por miedo a no ofender a tu interlocutor, lo haces lentamente, pero esta clase de personas no te pueden decir nada si no estan a escasos centímetros de tu cara, y se acercan nuevamente, entonces, tu cuerpo comienza a alejarse nuevamente pero con los pies fijos al suelo, llegando a formar un ángulo de 45º entre tu espalda y el suelo. Mientras todo lo que te está diciendo, queda en segundo plano.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
 
 
No hay comentarios.:
Publicar un comentario