
Al llegar a la cancha comenzamos a jugar y perdíamos 2 a 1 desde temprano. Pero en los 10 minutos finales empatamos, luego convertí el gol del 3 a 2 en una maniobra que fue muy comentada después, y categorizada como el mejor gol del partido y al final nos pusimos 4 a 2. Vale aclarar que hace mas de 1 año que no juego, por lo que hace ese mismo tiempo que no convierto goles. Al terminar el partido, unos compañeros iban para el centro así que me llevaron y llegue temprano a casa, a tiempo para cenar y para invitar a mi mujer a tomar un helado. Día perfecto.

Vuelvo a casa y mientras mi mujer me cose a maquina el pantalón yo preparo la leche, que en un descuido de un segundo hierve y se me vuelva la mitad sobre la hornalla. El día comenzaba con el pie izquierdo. Aviso al trabajo del percance y decido tomarme el día bien light, para no llevarme sobresaltos.
Conclusión: No siempre cuando las cosas te salen bien, se trata de una racha eterna de prosperidad y beneficios del destino, y viceversa; no siempre que las cosas te salen mal, se trata de desgracias y escomúnicas.
La vida es todo lo que te pasa mientras vos tenés otros planes, u siempre va a ser así.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario