Parece que cuando uno prende el televisor solo encuentra noticias malas. Si no muestran un accidente de tránsito con muertos en primer plano, te muestran los problemas en el subte o la crisis aérea.
El otro día haciendo zapping me desayunaba con la muerte de Mario Mazzone, y no se porque pero me dio esa lástima que te da cuando deja de existir un personaje conocido en la tele pero que te cae bien.
Cambié de canal para ver si encontraba los goles de Boca en el Torneo Clausura pero me encontré con una cruel pelea por la jefatura de gobierno en la Capital Federal.
Por suerte hay canales que pasan noticias solo de deportes, pero no pude salir de la frustración al ver que el Chelsea de Inglaterra pide por Calos Tevez 80 millones de euros, una suma que pasada a pesos tiene tantos ceros que no me entran en la cabeza.
Después lo escuché Passarella, emblema de River y de la Selección Nacional explicando ante la prensa los motivos por los cuales un grupo de idiotas que se hacen llamar hinchas de River ponen en tela de juicio su amor por los colores del club, llegando a hacer mención, el ex técnico Argentino, el entierro de su propio hijo con la camiseta de River. Repudiando la actitud de ambos, a unos por ignorantes y al Kaiser por justificarse ante gente que no vale la pena cambié de canal de nuevo y me encontré con un informe del Martín Fierro donde mostraban a los famosos intentando ocultar la cara de culo decepción al verse derrotados.
Al final del día solo me quedaban como opciones Gran Hermano Famosos o Bailando por un Sueño. Me nomine espontáneamente y me fui a dormir.
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